miércoles, 24 de agosto de 2022

Arturo y Oswado

Al ver el título del post, probablemente piensen que este post se trata de amores y la verdad no.

Corría el 2014 aproximadamente y yo, siempre amante de la música, vivía buscando compañeros con quienes compartirla. Y fue así como conocí a Arturo, hijo del maestro de obras de mi barrio, un muchacho de una familia muy religiosa, me escuchó por primera vez en la capilla San Martín, lugar donde iba casi todos los fines de semana a cantar.

Un buen día, empezamos a hablar y me contó que sabia tocar guitarra así que empezamos a acordar juntarnos en la puerta de su casa a cantar un rato. No podía ser en la puerta de mi casa porque mi abuela botaba a todos con agua caliente jaja, ya contaré esa historia más adelante.

Un buen día, me avisó que iba a tener un tiempo y quedamos en ensayar la canción que estoy linkeando aquí, un clásico. Cuando llegué a su casa (que estaba a 3 o 4 casas de la mía) lo acompañaba otro guitarrero, Oswaldo, otro vecino con quien rápidamente entramos en confianza.

Fueron bonitos años habrán sido 2 o 3, ya que luego Oswaldo entró al ejército, Arturo tenía más trabajo y yo me mudé. Siempre que escucho a los Cómplices, los recuerdo, espero se encuentren bien, y si leen esto, ojalá podamos cantar una vez más.

 ¡Disfrútenla!

Es por ti - Cómplices




martes, 8 de enero de 2019

¿Qué ofrecemos?


Saben? Hoy... estuve pensando en qué ofrecemos las personas para ser queridas, porque aunque lo neguemos, algo ofrecemos, algunos ofrecen sexo, algunos ofrecen sus cuerpos perfectos, su belleza, algunos atenciones, algunos otros nuestro tiempo...

Hoy reflexioné en qué estaba ofreciendo yo, lo que se ve a simple vista, no es un 90-60-90 así que un cuerpo perfecto no es, definitivamente, tampoco regalos, porque trato de no cometer el mismo error 2 veces... Pero me di cuenta que ofrezco lo que mi abuelo hizo de mi, ofrezco amor, con muchas ganas de abrazar y vivir momentos hermosos, ofrezco pensamientos románticos y hasta este blog lo ofrezco...

Lamentablemente, para muchos esto no es suficiente.

Y no, no voy a hablar de que el mundo nos vende a mujeres perfectas con un cutis de poto de bebé porque quienes lo tienen han trabajado para ello, solo me gustaría que las personas (incluida yo) empezáramos a valorar, el tiempo de los demás, y no sólo me refiero al tiempo en el que se está con el otro, si no también el tiempo en el que somos pensados, porque ese... ese tiempo es el más valioso... que alguien construya pensamientos con nuestra sonrisa, ¡vaya que es valioso!, que alguien recuerde nuestros ojos, nuestra sonrisa y hasta nuestro perfume... eso es invaluable... eso nos dice que ya no estamos solo en la piel del otro... si no que estamos en su corazón...